Análisis sociológico de la tradición oral en la comunidad Las Mercedes 1 como fuente de valores e identidad que se transmite de generación en generación, alcance y limitaciones.
AUTOR: MARIO RIVAS ALEMÁN
Introducción
En el marco del proyecto “Puentes de Memoria: Encuentros en la Comunidad Las Mercedes del Cantón Santa Ana, para la reflexión sobre la tradición oral como principio de las relaciones intergeneracionales con enfoque de género”, se realiza el análisis social de describir como La Tradición Oral ha contribuido o no a fortalecer la identidad cultural de las comunidades campesinas de la provincia de Manabí.
Se parte de la premisa de que la tradición oral, dígase amorfinos, chigualos, cuentos, mitos, leyendas, refranes, adivinanzas, son portadores de valores y cosmovisión de una cultura montuvia que interactúa de generación en generación.
Se indaga cómo en la relación intergeneracional de abuelos a padres, de padres a hijos, se transmitía este proceso sabiendo que mucho de la tradición oral se realizaba o se materializaba en eventos culturales o en eventos religiosos. Ahí tomaba la preponderancia de la tradición oral en las comunidades y en particular en la comunidad Las Mercedes 1.
A partir de eso, lo que el proyecto plantea es la recopilación, a través de encuentros intergeneracionales, de cómo fue el proceso de transmisión de la tradición oral en las diferentes generaciones. Se complementó con entrevistas a personas cualificadas y que tenían un nivel de representación y conocimiento de esta manifestación cultural.
Este estudio analiza su importancia, pero también busca conocer cuáles son sus límites. Los nuevos tiempos han traído nuevas tecnologías, como el celular, el internet, lo que ha ido desplazando el intercambio con estos otros elementos, y podríamos decir que la tradición oral podría mantenerse en la medida de que los abuelos y padres todavía lo van reproduciendo, pero no se conoce, o en los procesos se puede plantear que no hay una transmisión adecuada, una reproducción adecuada, en algún momento la cadena termina; es decir, nos enfrentamos a la posibilidad de que las próximas generaciones no vean importante la tradición oral y se establezca una relación más citadina o impuesta desde modelos comunicacionales que se van imponiendo a través de las redes sociales.
En síntesis, se constituyó una línea histórica, estableciendo cada una de las generaciones, y cómo en esas generaciones se ha expresado la tradición oral como un aspecto importante en la transmisión de valores y cosmovisión de la cultura campesina rural de Manabí.
Es importante destacar que la comunidad donde se realizó este proyecto, Las Mercedes 1, mantiene una rica tradición en celebraciones comunitarias, en donde se promueve y se materializa la tradición oral, como son las fiestas religiosas populares, fiestas patronales, entre otras.


La tradición oral sus alcances y limites en la construcción de la cultura rural de la provincia de Manabí
Respecto de la tradición oral, es importante estructurar un concepto analizado históricamente de cómo ha contribuido a formar valores e identidades de generación en generación. Para algunos autores como (Vansina, 1997: p. 27), en el texto La Tradición Oral, define como "el conjunto de testimonios concernientes al pasado que se transmiten de boca a oído y de generación en generación"; la tradición recupera experiencias con las que un grupo se identifica, en este caso analizamos la cultura montuvia.
La forma de transmisión de generación en generación es la vía oral, lo que destacamos es que existe una recreación dependiendo de los nuevos contextos que surgen producto de las coyunturas y nuevas realidades que viven las familias campesinas y la comunidad. Lo que afirmamos es que la tradición oral, como un elemento destacado de la cultura, no es estática pretende responder a las nuevas realidades marcadas por los ciclos de la agricultura y las formas de sobrevivencia, que en algunos casos responden a las condiciones climáticas y vulnerabilidades medio ambientales y obviamente de mercado local y regional que llevarán a marcar los procesos de migración, con lo cual, de alguna manera, recrean estas formas de tradición oral porque no es una mera repetición de expresiones orales.
La cultura se construye a través de la historia, e influye en espacios sociales, políticos, y económicos, que a su vez establecen diferencias en las distintas épocas, civilizaciones, y descendencias. (Rivera, 2017; 6).
Las múltiples manifestaciones de la cultura montuvia, son características que las hacen únicas y diferentes, una de ellas es la tradición oral. (Rivera, 2017; 6).
La tradición oral nos ha permitido, gracias a un encadenamiento de testimonios de padres a hijos, de generación en generación, mantener viva una memoria colectiva, una memoria familiar. Pero, sobre todo, la tradición oral tiene sentido cuando emana y transmite mensajes, estos mensajes se traducen en valores, valores como la solidaridad, la cooperación, la reciprocidad, etc., valores intrínsecos de las culturas populares, de las culturas rurales y campesinas (Rivera, 2017; 8).
En los productos del proyecto se visibilizan estos valores y la memoria de la comunidad que tienen correspondencia con las memorias familiares y ciclos de los tiempos de la comunidad que cada año reproducen los eventos más importantes, pero que la mayoría de los comuneros cada año va cambiando, incluso la mayoría manifiesta que van decayendo “no es lo mismo como antes”, sin embargo, las tradiciones se mantienen y contribuyen a la identidad comunitaria como un espacio de encuentro y/o reencuentro.
El aporte de las investigaciones realizadas es que “La tradición oral posee dos elementos fundamentales: memoria colectiva e identidad cultural” (Rivera, 2017; 17), de allí su importancia y vigencia de repensar como aporta esta manifestación cultural transmitida de generación en generación a la identidad campesina rural de Manabí.
La memoria colectiva se debe transmitir de generación en generación. Pueden darse ciertos cambios e innovaciones, precisamente por la flexibilidad, teniendo en cuenta que no siempre son las mismas épocas y contextos, como lo explican los siguientes autores (Lotman & Uspenskij, 1979: p.75).
la identidad cultural es ese conjunto de valores, tradiciones, símbolos y los modos de vivir que hacen sentir orgullosos a los individuos de lo que son y de todo aquello que han preservado por años, la herencia cultural de sus antecesores (Rivera, 2017; 17).
Para complementar el enfoque teórico-cultural y comprender la dinámica compleja de las relaciones intergeneracionales, recogemos el estudio de Tenorio Andrade “Relaciones intergeneracionales” en la publicación “Relaciones sobre la intergeneracionalidad en Ecuador. Una aproximación”, que se centran en la interacción y cooperación entre personas de distintas generaciones, promoviendo el intercambio de experiencias, conocimientos y valores. Estas relaciones son clave para construir una sociedad más inclusiva y solidaria. A continuación, se resumen las principales ideas:
Concepto de intergeneracionalidad
Implica la interacción activa entre generaciones, más allá de compartir espacios. Busca fomentar relaciones que beneficien a todos los involucrados, promoviendo la solidaridad y el entendimiento mutuo.
Importancia de las relaciones intergeneracionales
Estas relaciones ayudan a superar barreras generacionales, reducen prejuicios y fomentan la cohesión social. Son esenciales para construir una "sociedad para todas las edades", como lo propone Naciones Unidas.
Impacto positivo
Las relaciones intergeneracionales tienen efectos positivos en la salud emocional, social y psicológica de los participantes. Ayudan a combatir la exclusión social, especialmente de los adultos mayores, y a fortalecer el sentido de comunidad.
Cultura del "entre"
Se propone una cultura basada en las relaciones y el intercambio, en lugar de centrarse en el individualismo. Esto implica construir una sociedad que valore las conexiones entre generaciones como base para la convivencia y el desarrollo. En resumen, las relaciones intergeneracionales son fundamentales para promover la solidaridad, reducir desigualdades y construir una sociedad más justa y cohesionada.
Comunidad Las Mercedes 1 . Contexto social, político, económico y cultural
Según palabras de don Ángel Amacilio Cedeño, líder y dirigente comunitario, 1, se formó en el año 1969, junto a Poza Honda, y por el crecimiento de las aguas se inundaba, “se llenó de agua; o sea, ya no había tierra”, lo que provocó que fueran desplazados a la zona alta, con el apoyo de la Corporación Reguladora del Manejo Hídrico de Manabí - CRM (actual SENAGUA). Ya en el sector, cada familia compró los lotes; “cada dueño compraba el terreno”. También indicó que una vez que se proyectó este nuevo asentamiento, lo primero que se implementó fue el cementerio y ello determinó que la comunidad se estableciera en la zona que actualmente ha ido creciendo hasta formarse la comunidad Las Mercedes 2.
La comunidad Las Mercedes 1, que se encuentra ubicada en la parroquia rural de Honorato Vásquez del cantón Santa Ana de la provincia de Manabí, tiene 75 hogares conformado por adultos, adultos mayores, niños y adolescentes, habiendo una totalidad de 260 habitantes. Estos hogares obtienen sus ingresos de actividades agrícolas, este es de quince dólares americanos diarios; (Loor; Sabando; 2022; 89).


“Actualmente tenemos 108 familias, 302 personas en la comunidad”, refiere don Amacilio. Como todas las comunidades de la zona, son comunidades agrícolas que dedican su tiempo a “la siembra del cacao, café, plátano, la yuca, la naranja, todo lo que es frutales, árboles frutales”, además de “trabajar el machete, coger el café, cosechar, hacer todo lo que es la agricultura”.
Como se ha expuesto, la agricultura es su actividad económica principal, y al describir recordó que cuando se formó la comunidad, existía lo que denominaron la patrulla comunitaria, una forma de organización para realizar actividades de limpieza y preparación de la tierra, con el propósito de que las familias construyan sus fincas y así sembrar los productos aptos para la zona. “(En) la agricultura uno trabaja el machete, limpia las fincas, y hay que deshojar el plátano, cortar el plátano”. Esa forma de trabajo comunitario permitió que la comunidad se una y, sobre todo, lograra asentarse en su nuevo territorio y las familias pudieran retomar su trabajo en la agricultura para su subsistencia.
De acuerdo al estudio “Seguridad alimentaria en la comunidad rural Las Mercedes, Manabí-Ecuador el 97 % de los hogares se encuentran en algún nivel de inseguridad alimentaria; (Loor; Sabando; 2022; 88).
Los recuerdos fluyen, pero el análisis de quién ha hecho historia en la comunidad plantea que los tiempos “han cambiado”. Que ahora cada familia trabaja sola por su cuenta, y cuando requieren más gente tiene que pagar jornales. “Que las cosas se han ido perdiendo poco a poco”, aunque reafirma que han gestionado mejoras para la comunidad, contando así con un cementerio, con una sede de la organización, con energía eléctrica, con camino de acceso lastrado, con agua entubada, entre otras cosas.
La situación económica de las zonas agrícolas del país tienen un común denominador: que la agricultura, por falta de políticas públicas y desatención de los gobiernos de turno, a pesar que representan un sector importante en la soberanía alimentaria de las zonas urbanas, no les permite su sostenibilidad, que la presencia de redes de intermediaros, no les permite recuperar los costos de producción, o existen muchas fluctuaciones en el marcado, lo que hace que la realidad de “la agricultura sea dura y muchos de los jóvenes tengan que salir a trabajar en las empresas de Guayaquil”, lo que implica cambios de comportamiento e identidad de las nuevas generaciones que vienen con nuevas costumbres, en particular el uso de celulares para “andar en las redes sociales”, y la no integración a los espacios comunitarios y de socialización con la pérdida de valores e identidad cultural.
La tradición oral se manifiesta en su mayor expresión en las celebraciones y fiestas de las comunidades que, de acuerdo al líder comunitario, son la Fiesta de San Pedro y San Pablo, el Corazón de Jesús, Día de las Mercedes (24 de septiembre), en la que se manifiestan muchas expresiones de la tradición, y en nuestro caso particular, a través de las entrevistas y encuentros, advertimos que las personas adultas y mayores lo disfrutan mucho. Son momentos de encuentro y de compartir recuerdos, valores que identifican a la comunidad, considerando que esa repetición no es mecánica sino recreada a las nuevas realidades y acontecimientos de la comunidad.
Sin embargo, existen problemas, “ya ha cambiado un poco”. Ya no es lo mismo, porque los niveles de participación son distintos, y a percepción del líder, llegan “a dividir las tradiciones. Mucha gente de aquí también ha salido a otros lugares. La gente que apoyaba era más activa para los eventos”.
Cabe destacar que las celebraciones religiosas tienen su importancia particular como es la Santa Cruz. Así lo expresa Cleotilde Laurentina Vélez Plaza, portadora de conocimiento: “que todos nosotros cargamos la cruz desde que nacemos hasta que morimos. La Cruz es... ¿cómo se puede decir? La Cruz es la vida, porque no es una cruz de madera que uno carga en el hombro. La Cruz también es... es una propia familia”. Expresó que la realizan “ocho o nueve días de novena”, en un espacio de meditación donde piden mejores condiciones de vida para todos y también donde agradecen si la producción resultó buena.
En estos espacios de socialización de los valores y expresiones culturales, los jóvenes se han excluido al considerarlos “espacios anticuados y aburridos”. “La juventud está afuera”; aspecto causado por la tecnología, el uso de internet y las redes sociales, que se constituyen en actividades más atractivas, por ello el que el proyecto se complemente con la difusión a través de TIC, que garantizará la socialización y así generar un despertar en ellos, al sentirse reflejados en la realidad, espacio, ambiente cotidiano, que los lleve a construir identidad cultural con una conciencia de orgullo al reconocer sus tradiciones y expresiones culturales.




Resultados y hallazgos de este análisis
La tradición oral en las comunidades campesinas está vigente. Es un espacio de socialización dado de generación en generación, que se manifiesta en la actualidad en los espacios de celebraciones y fiestas, pero hay que advertir que cada vez se pierden los espacios de encuentro familiar, incluso para el proyecto fue complejo reunir a diferentes generaciones, aunque los momentos de encuentros fueron fundamentales para describir la importancia de la recuperación de estas expresiones culturales.
Las nuevas generaciones han perdido la conciencia de la importancia de estos encuentros, de esta reproducción de boca a boca para transmitir los valores y saberes de la cultura campesina, y, aunque la apuesta es la utilización de las TIC para socializar en la comunidad, lo es también para reconocer la importancia de la tradición oral como elemento clave de la identidad cultural de la cultura montuvia que tiene que revalorizarse para ser un aspecto de cohesión social y política de las comunidades campesinas de la costa.
La tradición oral, con el paso del tiempo, ha tenido cambios e innovaciones que van en desmedro de su proceso de preservación, como la carencia de compendios históricos; la apatía por parte de los jóvenes y ciertos representantes del Estado; el uso extremo de la tecnología que acapara la curiosidad de muchos.
Se debe profundizar el análisis antropológico y filosófico de los valores y cosmovisión de las comunidades campesinas que tienen un sincretismo religioso que a veces se queda en ritualidad y no constituye una fuente de recreación de la cultura.
Es importante que la organización social campesina incorpore, dentro de su agenda y plataforma de lucha y resistencia, la importancia de revalorizar la cultura montuvia campesina, para ello el uso de las TIC contribuirá en su difusión y amplificación, para que nuevas comunidades encuentren y construyan nuevos espacios de encuentros intergeneracionales e intercomunitarios con las diversidades de las zonas agrícolas de la costa manabita.
Conclusiones
Se debe recalcar la importancia y vigencia del tema y objeto del proyecto cómo un mecanismo que contribuya a una cultura montuvia que está en proceso de reivindicación, en proceso de reconocimiento.
A pesar de sus beneficios, las relaciones intergeneracionales enfrentan obstáculos como el edadismo, la fragmentación social y los estereotipos. Es necesario trabajar en políticas públicas y programas que fomenten estas interacciones.
Es importante profundizar los contextos sociales respecto de para qué recuperar memoria histórica, dando protagonismo a los principales actores, y en particular a las organizaciones comunitarias, con el objetivo de entender cuál ha sido su historia, cómo se desarrolla la agricultura como elemento fundamental, es decir, lo que constituye la cultura rural y ahora podríamos llamar la cultura montuvia.
Dentro de eso, esta comunidad ha sido importante para visibilizar cómo la tradición oral ha contribuido de generación en generación a esta identidad, aunque tiene sus límites en la medida de que los jóvenes cada vez la van dejando atrás por influencias inherentes a la modernidad.
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